Hola a todos,
En mi linea habitual de daros herramientas para estar mejor, mas serenos y mas felices, y trabajar estas cosas con los niños, hoy quiero hablaros de una muy fácil, muy a mano, pero que a veces tendemos a olvidar: recordar las cosas buenas que nos han pasado.
Muchas veces nos da por darle mil vueltas a las cosas malas que nos pasan, y las buenas las damos por sentadas y les dedicamos mucha menos energía.
No os preocupéis, nos pasa a todos y es absolutamente normal. Os digo mas, es un tema de supervivencia. Si el ser humano no recordaba con exactitud las cosas malas que le pasaban y no se las aprendía, pues le seguían pasando una y otra vez hasta que ya no la contaba. Al principio de la historia los peligros acechaban en cada esquina y mas nos valía tenerlos muy pero que muy claros porque el mamut no nos tenía paciencia.
Por suerte ya no estamos allí, pero nuestro cerebro tiende a quedarse con las estrategias de supervivencia.
Es por ello que ahora nos toca trabajar. Trabajar en recordar de manera consciente y continuada las cosas buenas que nos pasan.
Es muy importante enseñar a los niños a hacer este trabajo. (Aqui os dejo una ficha para hacer nuestra “Caja de las sonrisas”)
Recordar tiempos felices es una herramienta muy eficaz contra el estrés y hasta la depresión.
Un cerebro feliz y mentalmente sano es aquel que recuerda regularmente momentos que inspiran positividad y sentimientos de gratitud.
Especialmente en momentos de estrés o tristeza, redirigir los pensamientos hacia tiempos mejores o recuerdos de experiencias gratificantes puede resultar una protección poderosa contra la ansiedad y la depresión.
Recordar momentos positivos específicos es una habilidad que se puede entrenar.
Múltiples estudios han encontrado que tomarse un tiempo cada día o semana para pensar en las cosas de la vida por las que uno está agradecido puede mejorar los resultados y el bienestar de la salud mental.
Recordar momentos felices y crear nuevos a través de experiencias positivas puede alimentar sentimientos de gratitud y apagar el grifo de la negatividad que a veces nos rodea.
Un estudio de 2019 de la Universidad de Cambridge en Inglaterra encontró que la capacidad de recordar eventos agradables en detalle se asocia con niveles más bajos de cortisol y menos auto evaluaciones negativas en los jóvenes.
Como veis, algo tan simple como hacer un esfuerzo para recordar las cosas buenas que nos pasan, por pequeñas que estas sean, es de gran importancia para nuestra salud y nuestra felicidad.
Un abrazo gigante
Vuestra Yoguini de cabecera,
Blanca Sissa
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