Compartiendo el Yoga con nuestros niños

Hola a todos,

Hoy vamos a hablar de una práctica que nos hace bien a nosotros y a nuestros niños. Es una herramienta educativa y de bienestar. Me refiero al yoga y la meditación.

Muchos adultos practicamos yoga ya sea de manera regular o en alguna clase en el gimnasio y sabemos que nos hace sentir muy bien y que salimos de clase mejor que como entramos, pero muchas veces pensamos en el yoga como una actividad exclusivamente adulta y ni se nos ocurre compartirla con nuestros hijos o alumnos

Los que estamos en el mundo de la educación y la crianza, nos damos cuenta que nuestros niños hoy en día viven en un mundo apresurado, lleno de actividades extraescolares, competencia, exigencias y sobre estimulados. Todo lo hacemos por ellos, para darles una mejor educación y asegurarles ventajas en este mundo difícil al que se incorporarán en la vida adulta; rara vez pensamos en el estrés que pueden acumular, pero es una realidad que los niños sufren estrés y el yoga es una herramienta ideal para contrarrestarlo.

El yoga es una práctica que produce salud y bienestar tanto en el cuerpo como en la mente, a través de ejercicios físicos, respiración, relajación y meditación.

La práctica del yoga se ha ido abriendo camino en occidente y han llegado hasta nosotros escuelas como Vinyasa o Bikram, que rompen con su imagen de ser una actividad siempre relajada o especifica para algunos grupos. Estas prácticas se han ido imponiendo en gimnasios y centros de yoga como actividades de entrenamiento muscular, ayudándonos a estar en forma y tonificar, ademas de conectar con nuestra mente, pero hasta hace unos años se enfocaba solo a adultos

En la India, cuna del yoga, es también una parte integral del desarrollo y crecimiento de los niños.

En occidente y en particular en España ya contamos con una generación que ha vivido el yoga y sus beneficios, decididos ahora a inculcarlo a los niños. Vamos comenzando a realizar esta practica en familia o como proyectos piloto en algunos colegios.

El yoga para niños es una práctica cada vez más extendida y de la que cada vez encontramos más beneficios.

Si observamos un poco a nuestros hijos veremos que los niños son yoguis naturales, solo que no lo saben;  juegan con su cuerpo, experimentan con posturas todo el tiempo: el bebé que pasa mucho tiempo con las piernitas para arriba haciendo “la vela” y “el bebe feliz” que por algo se llamará así; la nena de dos años que se pone en la postura del “perro que mira al suelo” para ver el mundo al revés y experimentar la voltereta; el niño de 4 años que intenta hacer el pino contra la pared…

Las asanas, o posturas, fueron creadas inspirándose en la naturaleza, para los niños, estas les permiten introducirse en otro ser e imaginar que poseen sus cualidades y aplicarlas a si mismos. Haciendo la postura del león por ejemplo, son capaces de entender su propio poder, así como la sabiduría de cuando retirarse y ser pasivos.

Es increíble la elasticidad que tienen y como pueden hacer la pinza o chuparse el dedo gordo del pie. Si les canalizamos hacia el Yoga les podemos enseñar a escuchar y sentir su propio cuerpo, concentrarse, relajarse, flexibilizar, fortalecer y jugar con el cuerpo.
En definitiva, los ayudamos a tener una infancia feliz, crecer y vivir tranquilos, siendo espontáneos y creativos, con ellos mismos, con los demás y con el entorno.

La práctica de yoga con niños nos exige mucha paciencia y adaptabilidad a los profesores, puesto que es muy distinto a como practicamos los adultos. La práctica de Yoga infantil está adaptada a los más pequeños, para hacerla divertida e interesante. Los profes de yoga para niños utilizamos canciones, cuentos y aventuras para iniciar a los más pequeños en las posturas. Somos “cuentacuentos yogui”, y así los niños van experimentando con su propio cuerpo las posturas de Yoga casi sin darse cuenta, solo divirtiéndose, y recibiendo los beneficios de esta práctica.

En mis clases comenzamos siempre con un saludo al sol adaptado a niños con una canción que les encanta y es nuestra manera de “tomar energías” para la aventura del día. Seguimos haciendo estiramientos de espalda y torsiones, cada día tenemos aventuras, usando diversas posturas y respiraciones profundas. Mis historias son de piratas, sirenas y personajes de la imaginación infantil. El yoga acompaña al cuento y el cuento acompaña al yoga. El último ejercicio es una relajación dirigida en la que recapitulamos la aventura y lo aprendido.

Para fijar e integrar sus memorias los niños plasman en un dibujo lo que han aprendido ese día y  van interiorizando el mindfulness como algo cotidiano.

Al final de la clase conocen un montón de posturas, han practicado su respiración, están más relajados y lo más importante: se han divertido mucho.

Mis cuentos tienen siempre una lección de educación emocional. Los niños aprenden a reconocer sus emociones, canalizar los enfados, utilizar la respiración como una herramienta de relajación y autocontrol, ayudándolos a vivir en el aquí y ahora.

Está en nuestras manos evitar que nuestro hijos se conviertan en adultos estresados, desde niños les podemos dar las herramientas de midfulness para tener una vida más relajada y feliz.

¿Qué estamos esperando para dar este regalo a nuestros hijos?

Vuestra Yoguini de cabecera,

Blanca Sissa

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1 comentario en «Compartiendo el Yoga con nuestros niños»

  1. Mónica

    Llevo a mi hija a practicar Yoga a KefYoga con Blanca desde hace 6 meses, la niña va muy ilusionada a cada clase. Las historias que se van hilando con las posturas son divertidas y siempre tienen alguna moraleja. Los niños practican yoga casi sin darse cuenta practican y aprenden las posturas.
    En casa jugamos al yoga cada vez que está enfadada o nerviosa de manera que ella sola se armoniza, y “analiza” su estado de ánimo de una forma muy natural.
    En definitiva recomiendo llevar a los niños a Yoga pues les ayuda a ejercitar cuerpo y mente.

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